Introducción
El mundo está transitando actualmente lo que denominamos la cuarta revolución industrial, en la que la inteligencia artificial (IA) se destaca como una tecnología con potencial de impacto, que de una u otra forma está repercutiendo ampliamente en la sociedad: la forma en que producimos, comerciamos, consumimos, nos relacionamos y trabajamos.
- Marco regulatorio en la República Argentina.
En líneas generales, no existen normas que la regulen de forma comprensiva y especifica los problemas generados por la inteligencia artificial y —hoy por hoy— debemos recurrir a institutos jurídicos análogos.
En la actualidad, en nuestro país no contamos con una legislación concreta en materia de inteligencia artificial que regule la misma. Más allá de ciertas disposiciones que apuntan al estudio y desarrollo de propuestas de marcos regulatorios o a la promoción de buenas prácticas en términos de IA, la materia no ha sido específicamente regulada.
En el mes de diciembre del año 2020, el Senado de la Nación aprobó la Ley de Economía del Conocimiento (Ley Nro. 27.570) la cual tiene como objetivo – entre otros- fomentar la investigación, creación, diseño, producción y el desarrollo de tecnologías disruptivas, como la inteligencia artificial. [1]
Sin embargo, lo cierto es que nuestro país muestra la necesidad de contar con normativa jurídica aggiornada en materia de protección de datos para crear un marco regulatorio sólido, toda vez que frente al gran avance de la inteligencia artificial nuestra normativa vigente resulta antigua – por ejemplo, la Ley Nro. 25.326 de Protección de los Datos Personales- sancionada en el año 2000.
- Debates sobre su regulación.
La inteligencia artificial no es solo una cuestión tecnológica. La pregunta sobre cómo estos desarrollos pueden mejorar o complicar la vida de las personas se encuentra en aumento. Es por ello que existen varios debates sobre la regulación de la inteligencia artificial en Argentina, entre ellas:
a. Regulación de la privacidad de datos: Respecto al mismo, numerosos expertos argumentan que se necesitan regulaciones para garantizar que los datos personales no sean utilizados de manera inapropiada y que las empresas protejan adecuadamente los datos de sus consumidores. Este debate se encuentra en auge, toda vez que la inteligencia artificial aumenta cada día.
b. Regulación de la responsabilidad civil: Existen también quienes enfatizan su regulación para determinar la responsabilidad. Por un lado, algunos argumentan que las empresas que desarrollan y utilizan la inteligencia artificial deben ser responsables por cualquier daño que puede causarse. En cambio, otros argumentan que la misma funciona de manera autónoma y, por lo tanto, debería existir una regulación específica para estos casos.
c. Formación y capacitación: Destacan la importancia de una eficiente regulación en materia de inteligencia artificial para ser aplicada en las empresas. Las mismas, deben proporcionar formación y capacitación a sus empleados, no solo a aquellos que trabajan directamente con la tecnología, sino también a aquellos que pueden verse afectados por su uso.
Asimismo, las empresas deben ser transparentes en el uso de la misma. Se debe explicar claramente cómo se toman las decisiones para proporcionar una mayor confianza a sus usuarios y evitar que el mal uso de la inteligencia artificial cause daño en los mismos.
- Legaltech en Argentina.
La tecnología aplicada a la comercialización y prestación de servicios legales tiene un alcance muy importante en nuestro país. Los startups son de gran utilidad a la hora de automatizar procesos judiciales, resolver consultas jurídicas, hasta llevar a cabo reclamos online.
En el año 2017, se lanzó Prometea, un sistema de inteligencia artificial, desarrollado en conjunto por el Ministerio Público Fiscal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la Facultad de Derecho de la UBA, con el objetivo de agilizar la justicia y permitir un mejor uso de los recursos. En particular, esta herramienta innovadora consiste en un sistema de software que tiene como cometido principal la automatización de tareas reiterativas. La utilización de este sistema le ha permitido a la Fiscalía incrementar la eficiencia de sus procesos de manera significativa. [2].
Dicho sistema generó debates respecto a si el mismo podría llegar a reemplazar los dictámenes judiciales. Lo cierto es que, no puede reemplazar dictámenes judiciales. Si bien puede ofrecer recomendaciones o sugerencias en decisiones legales, finalmente es el juez o el magistrado quien debe tomar la decisión final basada en su juicio y experiencia legal. Este sistema es solo una herramienta útil para ayudar en el proceso de toma de decisiones.
Otro avance importante es el lanzamiento de LegisAPP Lite, una aplicación disponible en nuestro país con herramientas para adquirir y/o generar contratos online sin pasar por un abogado. Es decir, software que mediante sistemas de preguntas y respuestas permiten obtener la información necesaria para proporcionar al cliente contratos ajustados a sus necesidades.[3]
- Derecho comparado en materia de inteligencia artificial (Latinoamérica).
Tanto en Argentina como a nivel global hay un entendimiento generalizado de la importancia de abordar el desarrollo de la inteligencia artificial de una forma integral y coordinada con el fin de aprovechar las oportunidades que presenta para diferentes sectores. A continuación, se detallan los avances en la materia en distintos países en Latinoamérica.[4]
Uruguay
Es el país que ha llegado más lejos en la región y se encuentra en el puesto número cuarenta y cuatro en el mundo que desarrolla inteligencia artificial (Oxford Insights, 2020). Uruguay cuenta con una Ley de Protección de Datos, la cual prescribe en su Art. 16 que los ciudadanos puedan oponerse a las decisiones automatizadas.
Colombia
En 2020, se creó la Guía Ética para la Aplicación de inteligencia artificial en los sectores públicos y privados. El «Marco Ético para la Inteligencia Artificial en Colombia» es un documento con principios y herramientas para desarrollar la inteligencia artificial. El país, de acuerdo con la clasificación Oxford Insights, ocupa la tercera posición en la región.
México
La mayoría de las leyes mexicanas en relación a la protección de datos prescriben cuatro derechos generales, conocidos como «ARCO» (acceso, rectificación, cancelación y oposición). La ley federal de protección de datos mexicana (México, 2010) no prescribe un derecho claro para que los ciudadanos se opongan al tratamiento de los datos.
Brasil
Este país posee una estrategia de inteligencia artificial diseñada por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación denominada «Estrategia Brasileña de Inteligencia Artificial». Se ubica en el sexto entre los mejores países en IA en la región, pero resulta ser el más bajo en transparencia en la clasificación del uso responsable (Oxford Insights, 2020).
Chile
En el año 2020, Chile lanzó un proceso de consulta pública para recoger las percepciones y las preguntas de las organizaciones sociales y civiles, el mundo académico, el sector productivo y los ciudadanos en general acerca del uso y el desarrollo de la IA en el país. La protección de datos contra las decisiones de inteligencia artificial no está regulada aún. Sin embargo, existen dos proyectos de ley («Boletín 11144-07 y 11092-07») para actualizarla ley vigente de la protección de datos.
- Derecho comparado en materia de inteligencia artificial (Europa).
La inteligencia artificial ocupa un lugar preeminente en las agendas de los líderes europeos. La Unión Europea tomó la iniciativa mundial en el ámbito legal y ya ha empezado a legislar en la materia, convirtiéndose en la primera región del mundo en hacerlo.
El Parlamento reconoce que un cambio radical de esta magnitud repercute inexorablemente y de manera tan diversa como compleja en las distintas partes de la sociedad, en función de sus objetivos, ubicación geográfica o contexto socioeconómico.
Es por ello que numerosas explotaciones agrarias de toda Europa ya están utilizando la inteligencia artificial para controlar los desplazamientos, la temperatura y el consumo de alimentos los animales. El sistema de inteligencia artificial es capaz de reajustar automáticamente la calefacción y la maquinaria de alimentación, con lo cual ayuda a los ganaderos a supervisar el bienestar del ganado y liberarse para la realización de otras tareas. La utilización de la misma está contribuyendo a que el sector industrial europeo resulte muchísimo más eficiente.[5]
Actualmente, se encuentran en la recta final para aprobar una nueva regulación orientada a ordenar determinados aspectos relacionados con el uso de Inteligencia Artificial. Se trata de la norma “Ley de Inteligencia Artificial”, que lleva ya 2 años de largo e intenso debate.
En el reglamento actual se describen cuatro niveles para regular los riesgos que plantean los sistemas de inteligencia artificial, con diferentes reglas que se aplican a cada nivel de riesgo. Las categorías son: “riesgo mínimo” (ChatGPT) , “riesgo limitado” (dirección de publicidad dependiendo de gustos, sexo o raza del consumidor), “riesgo inaceptable” (vigilancia biométrica) y “alto riesgo” (motores de inteligencia artificial que puedan generar deepfakes).[6]
Resulta evidente que la Unión Europea tiene un claro potencial para convertirse en el líder mundial en inteligencia artificial segura. Al desarrollar un marco reglamentario sólido basado en los derechos humanos y los valores fundamentales, pueden desarrollar un sistema de inteligencia artificial que beneficie a las personas, las empresas y los gobiernos.
- Proyectos de inteligencia artificial en Argentina.
A fines del año pasado, la Subsecretaría de Tecnologías de la Información participó del Foro Global sobre Ética de la Inteligencia Artificial. Allí, “se buscó identificar las mejores prácticas regulatorias y marcos institucionales para garantizar el desarrollo ético de estas tecnologías”.
Lo cierto es que Argentina no está ajena a la carrera por el desarrollo de la inteligencia artificial y su aplicación para potenciar aspectos económicos y sociales de la vida cotidiana.
El Fondo Tecnológico Argentino (FONTAR) cuenta actualmente con 104 proyectos con financiamiento otorgado vinculados con software y afines (software embebido, sistemas, inteligencia artificial, industria 4.0), sobre un total de 460 proyectos activos. Esto implica que, se encuentran ya en etapa de ejecución y seguimiento.[7]
Un ejemplo, entre varios, es la firma Mila Agro Tech SRL, ubicada Tres Arroyos, Provincia de Buenos Aires. El objetivo fundamental del proyecto es el desarrollo de un sistema integral de reconocimiento, dosificación de químicos y traqueo de evolución de múltiples objetivos predefinidos -plantaciones, malezas, enfermedades, plagas, etc- a través de la aplicación de inteligencia artificial y machine learning.[8]
Dicha firma, trabaja en un sistema versátil basado en inteligencia artificial para reconocimiento de problemas en cultivos y aplicación de agroquímicos. Es un ejemplo de la sinergia posible entre Estado y privados con potencial de aplicación y beneficios socio-económicos claros a la hora de mejorar los cultivos, potenciar las exportaciones y generar mayores divisas para la Argentina.
Otro ejemplo, es el de la empresa Inceptia SRL, ubicada en la Ciudad de Buenos Aires. Dicha empresa se encuentra en permantente búsqueda de nuevas formas de conectar a las personas con la tecnología de forma tal que, combinadas y colectivamente, puedan actuar de manera más inteligente que cualquier otra persona, grupo o computadora.[9]
De esta forma, han desarrolado una plataforma de robots de voz capaz de incorporar redes neuronales de STT y TTS y automatizar la disponibilidad de bots en forma amigable, integrable en forma sencilla con otros canales digitales y con servicios de integración de sistemas transaccionales de las empresas con sus clientes. Este proyecto se propone mejorar la experiencia del usuario a partir de la construcción de modelos de inteligencia artificial que permiten la interacción en lenguaje natural, logrando que la persona pueda comunicarse de forma coloquial, sin necesidad de adaptarse a la tecnología. Esto permitirá sostener una conversación fluida con personas, comprendiendo la intención de cada frase expresada por un cliente final, incluso en entornos con ruido de ambiente, usando distintos acentos de español, evitando silencios incómodos, etc.
- Desafío de la inteligencia artificial en Argentina.
El desafío que se nos presenta, y el cual debe ser abordado como un tema central, es cómo diseñamos e impulsamos estas tecnologías de forma que deriven en el mayor beneficio posible para nuestro país. Tal es así, que en relación a los procesos de incorporación de tecnologías que Argentina llevó adelante en las revoluciones industriales anteriores, CIPPEC[10] examinó el potencial impacto sobre el desarrollo de la economía local que la adopción de inteligencia artificial podría implicar.
Por ejemplo, en cuanto a las proyecciones para nuestra región, se vislumbra que “la tasa de crecimiento del PBI de mediano plazo en la región podría pasar de 3% a 4% solo por la incidencia de este factor (uso de IA)” siendo que “casi el 50% de ese aumento estaría en condiciones de generarse por un incremento de la productividad, al permitir que los trabajadores centren su labor en tareas donde aportar más valor agregado”.[11]
Además, será un gran desafío la regulación la inteligencia artificial en el ámbito legal en nuestro país ya que debe incluir cuestiones de privacidad, seguridad y transparencia, así como las iniciativas actuales para abordar estos desafíos y promover un uso ético y responsable de la misma en el mundo legal.
A fin de garantizar que todos formemos parte de esta transformación digital, necesitamos comprender de qué modo funciona la tecnología. En efecto, para aumentar la transparencia y reducir el error, los sistemas de IA deberían desarrollarse de tal modo que todas las personas podamos comprender cuáles son las bases de nuestras acciones y sus posibles riesgos.
Dicho desafío reviste carácter esencial, dado que necesitamos poder confiar en la tecnología con la que interactuamos, disponer de un entorno jurídico predecible y contar con la garantía efectiva de que vamos a proteger nuestros derechos y libertades fundamentales.
- Conclusión.
Sabemos que cambio de paradigma tecnológico que significa el desarrollo de la inteligencia artificial se presenta como una oportunidad única para potenciar el crecimiento económico y productivo de nuestro país.
El crecimiento de la capacidad informática ha convertido la inteligencia artificial en una de las tecnologías más estratégicas del siglo XXI. Las economías desarrolladas reconocen en su mayoría que la misma supone un cambio en las reglas del juego y han adoptado diferentes planteamientos, que son un claro reflejo de sus propios sistemas políticos, económicos, culturales y sociales.
Es por ello que, en medio de una feroz competencia mundial, se requiere un marco sólido. Es mucho lo que está en juego y nuestra forma de abordar esta cuestión va a definir el mundo en el que vamos a vivir.
Son muchos ejemplos de lo que la inteligencia artificial ha demostrado que puede aportar en todos los sectores, desde la energía hasta la educación, o desde los servicios financieros hasta la construcción, pero otros muchos, que ni siquiera podemos imaginar en la actualidad, pero surgirán a lo largo de la próxima década.
Argentina necesita avanzar en temas de protección digital ya que – como vimos anteriormente- actualmente no contamos con un conjunto de normas que sean suficientes frente a esta realidad y capaces de enfrentar sus riesgos y lograr los objetivos mencionados.
Al igual que ocurre con cualquier otra tecnología o herramienta, misma puede utilizarse para fines positivos, pero también para fines malintencionados. Nuestro camino a seguir – entre todos- debe ser enfocarnos a conseguir poner al servicio del progreso humano el potencial de la inteligencia artificial.